Lo primero que debemos tener claro es qué es una acción y entendemos este concepto como las partes iguales en las que se divide el capital social de una sociedad por acciones. Cuando estas partes tienen como dueño a una persona, a ésta se le reconoce como accionista y representa la propiedad que la persona tiene de la empresa, es decir, el porcentaje de la compañía que le pertenece.
Cuando una empresa tiene solo una clase de acciones, cada accionista tiene su propio voto. Pero una empresa puede tener acciones de distinto tipo con el objetivo de mantener el control de la administración.
¿Qué son las acciones Serie A o Clase A?
Las acciones de Serie A o Clase A son aquellas que entregan derecho sobre los dividendos de la compañía en caso de que existan utilidades (derechos económicos), además de los derechos de votación o control de la compañía (derechos políticos).
¿Qué son las acciones Serie B o Clase B?
Las acciones Serie B o Clase B pueden tener sólo derechos económicos, pero menores derechos políticos. Por lo general, los fundadores de una empresa y sus directores conservan las acciones de Serie A, mientras que las de Serie B se venden al público en general.
La principal ventaja de una estructura de acciones de dos clases es que permite a los propietarios de la compañía enfocarse en las decisiones a largo plazo. Los inversores que estén interesados en obtener una ganancia de corto plazo pueden comprar y vender acciones de Serie B, mientras que los inversores a largo plazo pueden mantener sus acciones de Serie A y tomar decisiones sobre el futuro de la compañía.
¿Qué son las acciones Serie C o Clase C?
Son aquellas donde la persona sólo recibe los beneficios de sus acciones, sin derecho a votos políticos o información de cómo se produce el capital.