Por Martín Jofré, CEO de Uppercap y co-fundador de Cryptomarket
El primer día de funcionamiento de Uppercap, la mayor parte de Chile y el mundo estaban en cuarentena y aún no había noticias sobre una posible vacuna. La incertidumbre era total. Muchas personas nos dijeron que era absurdo lanzar una nueva empresa en ese contexto, pero llevábamos más de un año trabajando en el proyecto y luego de varias conversaciones con los otros tres co-fundadores, salimos a la luz. Hoy, a casi seis meses de ese día, nuestra plataforma de inversiones cuenta con una base de 600 personas y más de 100 inversionistas, estamos en fase de crecimiento y con muchos objetivos a desarrollar durante este nuevo año. Si tuviera que resumir lo que hemos aprendido como equipo, esto es lo principal:
- Es mejor un plan hoy, que un plan perfecto mañana. Si esperábamos una fecha ideal para el lanzamiento, nunca la habríamos encontrado. Por más que las cosas se planifiquen perfectas en un Excel o en la cabeza, en la práctica siempre surgen imprevistos que nos hacen cambiar el rumbo o priorizar objetivos que estaban más abajo en la lista original. “Lo mejor es enemigo de lo bueno” dice el dicho y en el caso de una startup, hay que partir trabajando por lo bueno.
- El problema de la pizza. Pedir una pizza plantea muchas interrogantes previas, qué ingredientes queremos, de qué tamaño será. Con una startup ocurre lo mismo y si la vemos como una pizza, lo ideal es que esté conformada por grupos pequeños y cohesionados, la cantidad ideal es que todos los integrantes puedan comer de una misma pizza. Y por supuesto, que exista variedad y armonía en el resultado final.
- No es ver para creer, sino hacer para creer. Esta es la típica pregunta de qué viene primero, el huevo o la gallina. Lanzar una startup al mercado no garantiza éxito inmediato, pero si no pasamos del prototipo y ponemos la idea en práctica, nunca se hará realidad. Es cierto que cuando recién creamos un proyecto solo lo conoce un público acotado -generalmente amigos y familiares- pero sí usamos esta etapa a nuestro favor, para ajustar la máquina e implementar cambios, estamos trabajando hoy para que la startup crezca y se consolide en el futuro.
- 12 de cada 10 personas están más enfocadas en identificar errores que en crear valor. Lanzar cualquier proyecto nos coloca en el ojo público y el cerebro humano se inclina en identificar los puntos negativos antes que valorar lo positivo: “Me gusta, pero…”, “Yo hubiera puesto X en vez de Y” o “¿Por qué mejor no lo haces así?” son comentarios que cualquier emprendedor debe escuchar y poner atención, porque si estamos ofreciendo un producto o servicio, necesitamos conocer lo que opinan nuestros clientes. Al final del día, son ellos quienes nos van a salvar, no el banco o el crédito de turno, los clientes que confían en nuestra marca son quienes realmente importan.
- Es más eficiente pedir perdón que pedir permiso. Para saber si tuvimos éxito o fracasamos en cualquier propósito, antes debemos haberlo intentado. Y cuando tenemos la libre voluntad de elegir y el instinto nos dice que este es el momento, no deberíamos prestar demasiada atención al contexto o a los miles de “por qué no” dando vueltas. Si caemos, lo más seguro es que luego de un trabajo de introspección -personal y de equipo- vamos a entender por qué fallamos y hacerlo distinto la próxima vez, mejorando a futuro con la satisfacción de haber enfrentado el riesgo.