Alejandra Mustakis es reconocida por su fuerte nexo con el mundo del emprendimiento. Como ex-presidenta de Asech (Asociación de Emprendedores de Chile), estuvo a cargo de la promoción de políticas para el sector y conoce muy bien las ventajas y necesidades específicas del ecosistema de emprendimiento social. En esta entrevista nos cuenta más acerca sus aprendizajes, desafíos y principales logros, además nos recomienda un libro y tres startups que no hay que perder de vista.
- ¿Hay algo que aprendiste ahora y te hubiera gustado que alguien te aconsejara cuando estabas comenzando? Si tu versión actual pudiera contactar con el emprendedor del pasado ¿Qué le diría?
Lo importante que son las redes y estar capacitándose constantemente. Investigar sobre todos los temas que hay en el mercado, buscar todas las oportunidades, ‘aprender a ser porfiado’ pero siempre escuchando un poco, y hablar con la mayor cantidad de gente que está haciendo lo mismo, a la vez que con quienes no les ha funcionado, para entender a qué problemas y desafíos se enfrentaron. También, no creer que uno se las sabe todas o que estamos solos en esto. Eso le diría a mi emprendedor del pasado, junto con reforzar la perseverancia y la cantidad de trabajo que significa emprender. Todo esto tiene que ver con horas de vuelo, no con que acerté o logré algo en algún minuto. Por lo mismo, es muy importante hacer proyectos donde el compromiso sea total, donde se esté día a día con fuerza y con la confianza en tener socios. En construir en conjunto, siempre poder estar acompañados.
- ¿Qué habilidades y herramientas tuviste que desarrollar durante este tiempo?
Emprender es una gran escuela porque se aprende haciendo, que es todo lo que viene en la nueva educación para el mundo. Cuando uno es emprendedor debe hacer de todo en una empresa o en su emprendimiento, y como generalmente se parte solo y no se tienen muchas ayudas, es común que debamos entrar en un montón de áreas que no son necesariamente las que uno hubiera elegido. Eso mismo fomenta una visión global y un aprendizaje completo sobre ser muy ejecutivo. En el fondo, estar en todos los espacios.
Seguramente el emprendimiento también tiene que ver con capacidades que llamamos ‘habilidades blandas’ pero hoy quiero llamarlas ‘habilidades duras’, porque son por lejos las más importantes, hablo de la imaginación, la positividad, la empatía, la fuerza y todo lo que tiene que ver con el ser. También se van desarrollando capacidades en lo que es muy bueno, al igual que en las que nos han servido para adaptarnos a la crisis. La incertidumbre, en el fondo, nos invita a saber vivir en ella. A buscar las oportunidades, a ser proactivos, a hacer que las cosas pasen. No olvidemos que el emprendedor no es el que tiene una idea. Es el que hace que esa idea o sueño se haga realidad, independiente de que no termine siendo como el comienzo. Por lo mismo, los emprendedores son personas de acción que hacen que las cosas ocurran.
- ¿Cuáles han sido tus mayores desafíos?
El que muchas veces las mujeres debemos demostrar con hechos y que, en el fondo, se nos cree más cuando ya hicimos las cosas y no antes, con los primeros sueños. Sin duda es algo que debemos cambiar. Somos demasiado buenas emprendedoras y responsables, siempre vale la pena apostar por nosotras porque además tenemos sueños más al alcance que los hombres, gracias a nuestro compromiso acérrimo por lo que hacemos y decimos.
Otro gran desafío es aprender que las cosas toman tiempo, que no son inmediatas. Cuando uno es muy soñador quiere que todo ocurra al instante. Lo imaginamos rápido y a veces más fácil de lo que es en realidad. En ese sentido, también he aprendido una regla. Nada es fácil, como nada es imposible. Este es un camino cuesta arriba, hay que ser un luchador, un guerrero, y para lograrlo se requiere de tiempo y preparación. Todo es a prueba y error, las equivocaciones son parte del camino y con cada una de ellas podemos aprender y convertirnos en personas más fuertes que en un comienzo.
- ¿Qué ha sido lo más gratificante de emprender?
Son varias cosas. Primero, ser parte de lo que creo que es un motor de cambio para el país. Cuando los emprendedores de Chile dicen que viven de sus sueños es porque están inmersos en la esperanza misma. Van detrás de sus sueños como el Quijote, y eso es muy lindo porque te da motivos de vida, fomenta la valentía y la iniciativa de jugártela por tus objetivos y hacer que las cosas pasen. Generalmente, cuando uno está emprendiendo se ve una motivación, un éxtasis, una suerte de poder y añoranza por lo que planteamos para nuestro futuro. Y eso es muy gratificante: hacerse cargo de buscar tus propios sueños.
- Nómbranos 3 startups de Chile o la región a las que hay que poner atención
La primera es Innovit, los también creadores de “Hora Fácil”. Una empresa que está revolucionando el mercado de la salud, desarrollando soluciones de comunicación multicanal y automatizando los procesos claves de cada organización, con presencia en varios países y con un notable potencial de crecimiento.
La segunda es TripYeah, quienes utilizan inteligencia artificial avanzada, algoritmos y aprendizaje automático, para articular múltiples viajes de manera efectiva, eficiente y más económica, brindando los mejores itinerarios para satisfacer las expectativas de los consumidores.
Por último, debemos poner atención en Locales Conectados, quienes canalizan subsidios públicos y privados a través del comercio local, desarrollando un modelo de doble impacto que transforma el gasto social en una inversión para los territorios. Así crean una red de comercio local, competitiva y digitalizada, que moderniza y optimiza la entrega de ayuda social dinamizando a la economía local.
- Qué libro o película te gustaría recomendar y por qué.
Recomiendo “Crea y Divaga. Vida y reflexiones” de Jeff Bezos, donde se repasa su trayectoria y reflexiones sobre cómo revolucionó el comercio electrónico y se convirtió en el hombre más rico del mundo. Un relato vívido y que enciende otros fuegos, y que a ratos se vuelve una perfecta definición sobre la creatividad y el sentido detrás de innovar y crear nuevos negocios. Bezos afirma que hoy es posible vender cualquier cosa por internet, precisamente, porque seguimos siendo nosotros los que vendemos esos productos o servicios. No la web propiamente tal. Es por ello que afirma que nuestros sellos o huellas son los que nos llevan a ser exitosos, definición que no es otra cosa que ser feliz con lo que se hace y sin perder de vista a quien le vendemos y sus problemas. Tal como se refiere el magnate sobre Amazon, “la empresa más orientada al cliente del mundo”.