Drag along, o derecho de arrastre, es una de las cláusulas que se negocian antes de realizar una inversión, en caso de que posteriormente existan ofertas de compra de las acciones de la compañía por parte de terceros.
La cláusula Drag Along (derecho de arrastre) permite a las compañías realizar una venta forzada, en igualdad de condiciones de precio para cada accionista, por la totalidad de acciones.
Con esta cláusula vigente, los socios mayoritarios pueden negociar la venta del 100% de la empresa con la oferta y precio que consideren más atractivo, sin que alguno de los socios minoritarios pueda negarse u oponerse a esta decisión.
Este mecanismo asegura que la venta de acciones se realice en las condiciones pactadas y de manera adicional, otorga al accionista minoritario el acceso a igualdad de beneficios que ostenta el socio y/o accionista mayoritario.