Verónica Poblete es periodista, fundadora y directora de Bee Partners, agencia de comunicaciones que nació luego de su experiencia trabajando en distintos medios de comunicación y también otras agencias. Las ganas de independizarse y la seguridad de lanzar al mercado una oferta distinta son algunos de los aspectos que conoceremos en la entrevista de esta semana, donde buscamos conocer la experiencia de distintos emprendedores y los aprendizajes que han tenido en el desarrollo de su negocio.
¿Hay algo que aprendiste ahora y te hubiera gustado que alguien te aconsejara cuando estabas comenzando? Si la versión del futuro pudiera contactar con el emprendedor del pasado ¿Qué le diría?
Ángel Morales, director ejecutivo de la aceleradora UDD Ventures, plantea que es importante que el emprendedor de una startup tenga “hambre”. En lo personal, considero que es uno de los mejores consejos que me han dado. Y si te fijas, es una actitud constante de cualquier emprendedor que haya alcanzado relativo “éxito”. Esa disposición a que -una vez que se cumple una meta- inmediatamente se ponga otra y otra y otra. Es un buen consejo de supervivencia inicial, porque los emprendimientos en general son muy frágiles, vulnerables y por lo mismo, necesitan generar nuevos modelos constantemente y tener mucha disposición a los cambios. Pero por otro lado, es la mejor actitud para competir con uno mismo y no con lo que actualmente ya está establecido y probado. Y eso en un mercado tan pequeño como Chile, sirve mucho, porque es una actitud que permite pensar en global, no en local. A mi versión del pasado no le diría nada. Que sea sorpresa todo. El camino del emprendimiento es algo que hay que ir descubriendo día a día y paso a paso. El temor al fracaso y la constante incertidumbre es probablemente uno de los grandes motores para ir alcanzando los logros.
¿Qué habilidades y herramientas has debido desarrollar durante este tiempo?
Como ser humano, la resiliencia y la alta capacidad de tomar la adversidad y salir fortalecida de ello. Como equipo, la importancia de generar grupos de trabajo con relaciones horizontales (y no verticales). Antes de emprender, yo trabajaba en el mundo de las empresas transnacionales. Y las relaciones laborales en esas instituciones eran verticales. El desarrollo de las relaciones con los equipos en un emprendimiento cambia diametralmente, se construye en conjunto, a veces incluso como “socios” más que como “colaboradores”. Pero eso se aprende “en la cancha”, no viene en un manual ni lo enseñan en los MBAs.
¿Cuáles han sido tus mayores desafíos?
Probablemente la crisis del coronavirus fue el desafío más grande y más bonito que me ha tocado enfrentar como emprendedora. Nosotros como agencia somos expertos en crisis. Asesoramos a clientes en ello. Y somos muy buenos. Ahora bien, asumir la crisis del coronavirus, con muchos clientes que requerían ayuda con sus propias crisis al mismo tiempo, con las complejidades humanas y operativas que naturalmente debimos enfrentar internamente nosotros como equipo, y la manera en que las resolvimos en solo horas, para poder satisfacer las necesidades que tenían los otros, fue un gran logro y aprendizaje profesional para todos.
¿Qué ha sido lo más gratificante de emprender?
Ver la linda empresa que hemos construido. Bee Partners tiene ya ocho años, y te diría que ha alcanzado una madurez comunicacional que me enorgullece profundamente. Es una empresa empática, moderna, adaptada a la era digital y a los cambios complejos y exponenciales del mundo de las comunicaciones. Y que tiene la convicción profunda que una comunicación ética, con propósito y bien manejada puede resolver cualquier problema.
Qué libro o película te gustaría recomendar y por qué.
“Cómo mueren las democracias”, escrito por los profesores Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, me parece que es un imperdible de esta nueva era. Tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de USA el 2017, ellos plantean que los quiebres democráticos en los estados ya no terminan con un un golpe militar o una revolución radical, sino con un lento y progresivo debilitamiento de las instituciones, como el sistema jurídico o la prensa, y la erosión de las normas políticas. Ahí es donde los medios de comunicación tradicionales, no tradicionales y cada ciudadano, tienen un rol fundamental. La buena noticia es que hay opciones de salida. Pero eso requiere que cada ser humano asuma que tiene una responsabilidad. La manera en que como humanidad manejemos las nuevas formas de comunicarnos, será clave para salir airosos de ese desafío.