Por Martín Jofré, CEO de Uper.co y co-fundador de Cryptomarket
¿Qué es una idea? Según la definición general, es una abstracción mental de algo, ya sea material o inmaterial, real o imaginario, concreto o abstracto, a la que se llega tras la observación de ciertos fenómenos, la asociación de varias representaciones mentales, la experiencia en distintos casos, etc.
Existen ideas que tienen por objetivo solucionar un desafío y también ideas que buscan crear una oportunidad. Ambas requieren de un principio fundamental de respeto para trabajarlas eficazmente.
- Reconoce que las ideas son personales: Cada persona percibe y soluciona el mundo de una forma particular, optimizando lo que considera más importante. Es normal que tu idea sea “sin sentido” para otra persona.
- Identifica que las ideas tienen diversos niveles de desarrollo (“versión beta 0.01″): Cada una tiene diversos niveles de maduración y es fundamental saber identificar en qué estado se encuentra. Es muy simple siguiendo estos dos pasos (1) ¿Qué resultado concreto quieres obtener con tu idea? Crea métricas para medir el resultado; esto es fundamental para el paso siguiente de convencer a las personas de que tu idea es factible y (2) ¿Está definida de comienzo a fin? Delinea un paso a paso, la falta de claridad en alguna etapa no significa que tu idea sea mala, sino que simplemente está incompleta.
- Sé honesto con el nivel de desarrollo al momento de compartir una idea: Si no aclaras que tu idea está en fase temprana, quien la analice pensará que es la visión completa. La disposición de las personas cambia si eres claro en pedir ayuda.
- Las ideas en tu cabeza no valen nada: El hecho que tu idea esté solo en tu cabeza no sirve porque está en fase abstracta. La creación de valor solo se inicia al momento que se empieza a ejecutar.
- Elige con quién y cuándo compartir tu idea: Cada vez que la compartas, vas a recibir una respuesta. Elige bien con quién hacerlo, las ideas en fase de desarrollo son débiles, por lo que debes cuidarlas muy bien. Identifica qué o a quién necesita tu idea para que sea mejorada.
- Las ideas son costosas de evaluar: Solo piensa en todo lo que te costó llegar a leer hasta esta línea.Ten claro que evaluar una idea en fase de desarrollo implica destinar tiempo de esfuerzo.
- Elige el tiempo y lugar adecuados para presentar tu idea: Según se trate de una idea-solución o idea-oportunidad, van a ser tratadas muy diferentemente si están alineadas a la prioridad de la organización. Si tienes dudas sobre las prioridades, pide una respuesta clara. Evita las presentaciones de pasillo; respeta tu idea!
- Sé honesto cuando te exponen una idea: Es más fácil buscar errores versus decir «no la entiendo». No tengas miedo de responder algo como “no soy la persona adecuada para potenciar esta idea” o “en este momento no está en mis prioridades poder ayudarte en este proyecto”. Una sesión de trabajo de 20 minutos es mucho más eficiente que 4 conversaciones de 5 minutos sin objetivos.
Y por último, recuerda siempre que creamos valor a través de respetar nuestras ideas y las ideas de los demás.